Sin duda que la forestación ha transformado la geografía del lugar, del Departamento Minas en particular, contribuyendo a mitigar los efectos de la desertificación y se constituyó en una alternativa laboral, a partir de las labores forestales de poda y raleo.

Las forestaciones existentes se han realizado sobre la base de coníferas, en especial pinus ponderosa, y los viveros son importantes elementos de la actividad.

El sector cordillerano que ocupa el área, desarrollado como una de las tres grandes zonas forestales de la provincia, tiene plantadas aproximadamente 12.000 hectáreas, que representan casi un 30% del total provincial.

Las perspectivas de esta actividad son interesantes, en cuanto en la última década ha tomado impulso al considerarse como una alternativa de diversificación productiva por parte del gobierno de la Provincia de Neuquén.

Se ha demostrado que el rendimiento de las plantaciones de pino ponderosa supera a la producción de bosques de la misma especie situados en el noroeste de Estados Unidos, lugar de origen de esta conífera.

Más allá de la producción de materia prima aserrable, surgen otras alternativas reales de complementación productiva de la actividad forestal con otras actividades como la ganadera, producción de hongos comestibles asociados a la madera del pino, actividad turística-recreativa, investigación y exploración forestal.

Actualmente la administración municipal realiza el aprovechamiento del producto del bosque, no solo para leña (material de descarte), sino que le ha dado valor agregado y se comercializa como varas; aunque en gran medida ha sido utilizado para la construcción de infraestructura pública y social.